Cómo beneficia la domótica a las personas con visión reducida

Disponer de un entorno accesible y seguro es un requisito a tener en cuenta en el diseño de cualquier proyecto constructivo o de reforma. La domótica adaptada a las personas con visión reducida aporta soluciones de automatización y control de sistemas del hogar para ganar mayor independencia y autonomía. De esta forma, se convierte en una gran aliada.

Una vivienda accesible es una herramienta más con la que enfrentarse al día a día. Al contar con un espacio automatizado, las personas con discapacidad visual pueden ajustar la temperatura, abrir y cerrar cortinas, controlar electrodomésticos, etc. utilizando indicaciones de voz. Esto aporta una mayor comodidad dentro de la rutina.

Alexa, Google Assistant o Siri, tres asistentes de voz que han revolucionado la forma en que las personas ciegas interactúan con el entorno. Los comandos de voz permiten controlar la automatización del espacio, así como responder preguntas, obtener información y recibir actualizaciones sin necesidad de integrar interfaces visuales.

Contar con cámaras de vigilancia con detección de movimiento y visualización remota permite monitorizar el entorno en tiempo real. De esta forma, no solo actúan como una alerta sobre el habitante del espacio, sino que también puede ser útil para el entorno cercano al disponer de una herramienta que aporta una visión general del lugar.

Para las fugas de gas, agua o incendios, los sensores de humo y monóxido de carbono juegan un gran papel al activar alarmas audibles y enviar notificaciones a los dispositivos móviles.

Todos estos sistemas de seguridad nos pueden avisar de diferentes formas, con mensajes de voz en un altavoz, con vibración y sonido en el teléfono y en los propios dispositivos.

Un hogar puede personalizarse según las necesidades de la persona que viva en él. En el caso de las personas con visión reducida, en el diseño del espacio debe estar presente secuencias de iluminación que faciliten la orientación y realización de tareas, adaptándose a diferentes actividades o momentos del día. Esta personalización también puede adaptarse a la configuración de recordatorios auditivos para la organización diaria y de escenarios que agrupen diferentes tareas en una sola orden.

Solo con decir en voz alta “ya estoy en casa”, el asistente de voz puede transmitir esa información al ecosistema domótico que interpretará como el momento de encender la calefacción, la televisión y abrir cortinas.

Diseñar un espacio de domótica adaptada a las personas con visión reducida o nula puede suponer todo un reto. Conocer todos estos factores es principal para mejorar el día a día del habitante de un hogar de estas características. Si tienes cualquier duda sobre cómo desarrollar un proyecto de estas características, ponte en contacto con nosotros en info@domonova.com 

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